BREVE
RECORRIDO HISTÓRICO DE LA NOMENCLATURA QUÍMICA A TRAVÉS DE LOS TEXTOS
Desde el principio de los tiempos la humanidad dio
nombre a los metales y demás sustancias. El desarrollo de la alquimia y las
artes aplicadas aumentó el número de sustancias y compuestos a nombrar. Estos
nombres tenían muy diferente origen y variabilidad, no proporcionaban
información sobre la composición y no respondían a ningún criterio
sistemático. La abundancia de sustancias químicas propició el interés por
crear criterios sistemáticos de nomenclatura química. Este impulso inicial de
la nomenclatura química sistemática se lo debemos a químicos como el sueco
Bergmann y principalmente al químico francés Guyton de Morveau (1737-1816).
Desarrolló un sistema de nomenclatura en 1782 que es la base de nuestro sistema
actual. Este sistema fue desarrollado en unión con Lavoisier, Berthollet y Fourcroy
en 1787. El texto que tenéis a continuación lo podemos disfrutar gracias a
Google Libros.
L.B. Guyton de Morveau, A.L. Lavoisier, C.L. Berthollet and A.F. de Fourcroy,
Méthode de Nomenclature Chimique, Paris, 1787.
Este nuevo sistema de nomenclatura tenía paralelismos con el
sistema binomial de Carl von Linné (Linneo) para la nomenclatura de plantas y
animales. Se usaban dos palabras para denominar a los compuestos binarios y las
sales. Este sistema casi no se altera hasta finales del XIX.
En 1788 Pedro Gutiérrez Bueno (1745 – 1826), catedrático de química
del Colegio de Cirugía de San Carlos, publica
Método de la nueva nomenclatura química según las ideas de Lavoisier,
Morveau,
Fourcroy y Berthollet, sólo un año después de publicarse el original francés. En futuras ediciones como la de 1801 incluye los nuevos principios químicos fundamentales, así como la incorporación del sistema métrico decimal y su adaptación al sistema de pesos y medidas español.
Método de la Nueva Nomenclatura Química. Traducido por D. Pedro
Gutiérrez Bueno. Madrid 1788
Pedro Gutiérrez Bueno, Nomenclatura química, Madrid, 1801
La obra de 1788 de Juan Manuel de Aréjula (1755-1830)
Reflexiones sobre la nueva nomenclatura química, queda inconclusa al conocer la publicación de Pedro Gutiérrez Bueno, pero profundiza en el análisis de los nuevos conceptos y en su adaptación al castellano. Aréjula colaboró en los cursos de Fourcroy mientras éste preparaba junto a Lavoisier, Guyton de Morveau y Berthollet la publicación de la nueva nomenclatura.
Juan Manuel de Aréjula, Reflexiones sobre la nueva nomenclatura química, Madrid, 1788
Este sistema fue popularizado por Lavoisier en su "Traité
Elémentaire de Chimie" publicado en 1789. Obra fundamental en el
nacimiento de la química como ciencia moderna. Podemos ver esta obra en Google libros.
A.L. Lavoisier, Traité Elémentaire de Chimie, 2ª
Edn., Cuchet, Paris, 1793, Vol.
I
A.L. Lavoisier, Traité Elémentaire de Chimie, 1ª
Edn., Cuchet, Paris, 1789, Vol. II.
Juan Manuel Munárriz publica en 1798 una
traducción del Tratado Elemental de Química de Lavoisier. Vol. I
Juan Manuel Munárriz publica en 1798 una
traducción del Tratado Elemental de Química de Lavoisier. Vol. II
Estas nuevas ideas llegan a España de la mano de
Pedro Gutiérrez Bueno que publica en 1788 su Curso de
química en el que se aceptan las teorías de Lavoisier sobre la oxidación.
Pedro Gutiérrez Bueno, Curso de Química teórica y práctica para la enseñanza del Real Laboratorio de Química de esta
Corte, Volumen 1, Madrid, 1788
También es de interés la obra: "Nomenclatura y clasificaciones químicas" del germano-francés Ferdinand Hoeffer. Madrid 1853
El Consejo de la Asociación Internacional de Sociedades Químicas en 1913 crea una comisión para la nomenclatura inorgánica y orgánica, que interrumpe los trabajos debido a la Primera Guerra Mundial. Renueva el trabajo La Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC) en 1921, que elabora un primero informe en 1940, que hace tomar conciencia a muchos químicos de la necesidad de una nomenclatura sistemática. Se adoptan acuerdos como: usar el sistema de Stock para indicar los números de oxidación, establecer el orden de citación de formulas y nombres, desaprobar el uso del término bicarbonato, etc.
Las recomendaciones de la IUPAC se revisan y son publicadas en 1959, a la que
le sigue una segunda revisión en 1971. En 1990 se realizan gran número de
cambios en las recomendaciones de la IUPAC. En 1997 encontramos una traducción
al catalán de estas recomendaciones.
En el año 2000 se publican unas nuevas recomendaciones que
incorporan más áreas de la química, hidruros de nitrógeno, polímeros
inorgánicos, compuestos organometálicos, etc.
Nomenclature of Inorganic Chemistry II, IUPAC Recommendations 2000, eds. J.A. McCleverty and N.G. Connelly, Royal Society of Chemistry, 2001. (Red Book II.)
Las últimas recomendaciones de la IUPAC se publican en 2005.
En la web de la IUPAC las tenemos en formato PDF.
Nomenclature of Inorganic Chemistry, IUPAC Recommendations 2005, N.G. Connelly, T. Damhus, R.M. Hartshorn and A.T. Hutton, The Royal Society of Chemistry, 2005
En el año 2007 se publica la versión en castellano de estas
recomendaciones, que hasta la fecha son las últimas publicadas por la IUPAC.
Nomenclatura de Química Inorgánica. Recomendaciones de la IUPAC de 2005 Neil G.
Connelly, Ture Damhus, Richard M. Hartshorn y Alan T. Hutt, Versión española: Miguel A. Ciriano y Pascual Román Polo Editorial: Prensas Universitarias de Zaragoza, junio 2007
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